Por Grisbel Medina.- El león se peinó el afrito cada vez más canuco. Aún no decide depilarse el "bozo", pero rogó le cortaran los pelitos sobrantes, no vaya ser cosa que se le moje de buen vino.Cansado de guardar las formas y acomodado en el "palo" apetecido, el león armó el inventario de momias, ex-ministros, hambrientos de parcelas y vive bien eternos, para sumar más tallos, no importa que estén secos, a su parcela palaciega.El león que Minou, la...