El arte de hacer mil cosas a la vez
Cuando se es persona, mujer, esposa, hija, hermana, periodista, amiga, maestra, decoradora navideña del charamico rojo de mis sueños, coordinadora de proyectos con la Unesco, lectora, jefa de redacción, el día no le alcanza a una para decirle a toda la gente que quiere que la quiere, ni para visitar, ni para ir al salón a hacerse la tan necesitada manicura. Hay que priorizar. Pero la mejor parte del día es en la que puede una apoyar la cabeza en...